Todo es Historia


Notas publicadas en "TODO ES HISTORIA", revista dirigida por el Dr. Félix Luna
sección: LA CIENCIA TAMBIÉN ES HISTORIA
Autor Dr. Héctor Carlos Reis

Como mejor síntesis el doctor Félix Luna en su revista "Todo es Historia" Nº 235 de diciembre de 1986 al presentarlo utilizó las siguientes palabras para definir su método: "El doctor Héctor Carlos Reis es abogado, pero sus inquietudes exceden en mucho el marco de su profesión. Ha incursionado en diversos campos de la ciencia y demuestra una notable capacidad para relacionar circunstancias que, siendo aparentemente inconexas, definen procesos de una neta significación. TODO ES HISTORIA ha encargado al doctor Reis la sección que se inicia en esta edición."


Nota 1
Año XIX - Diciembre de 1986 - Nº 235
Comenzamos una sección donde haremos la historia, el análisis, la interrelación y la comparación de los últimos datos que nos aportan ciencias que se vinculan directa o indirectamente con la condición humana. Como en un relato detectivesco iremos desgranando, teniendo siempre como telón de fondo LA HISTORIA, la forma y el contenido de variadas ciencias. La propuesta es usar un método de exposición global de los datos. Ver el bosque, ver luego el árbol, con sus ramas, hojas, flores, frutos y raíces y luego ver nuevamente el bosque; todo en forma dinámica utilizando nuestra inteligencia con agilidad para interrelacionar y comparar la información en forma permanente. Amigo lector, es un ejercicio no fácil, pero muy útil para comprender mejor toda la realidad con ayuda de las ciencias. Si esta comprensión sirve, depende de cada uno y del interés que se tenga en ser más y mejor. En sucesivas publicaciones haré el análisis en profundidad. Ahora, como en un vuelo de pájaro, hago una síntesis de esta propuesta a manera de Introducción: "Historia magister vitae" (la historia es la maestra de la vida) decían los antiguos romanos. Si queremos mejorar la calidad de la condición humana debemos vernos tal como somos, con objetividad e integralidad, pero también como fuimos para no repetir situaciones. Como telón de fondo siempre LA HISTORIA.
El avance hacia el siglo XXI presenta un desarrollo vertiginoso de la industria, las ciencias y con una tecnología siempre cambiante, pero con un estancamiento y a veces regresión de comportamientos y conductas humanos. Veremos en profundidad (y con datos históricos - concretos) como la agresividad, el ritualismo, la jerarquía y la territorialidad son caracteres básicos que tienen consecuencias trágicas para la humanidad lo cual hace necesario el análisis de la realidad, no sólo de la nuestra como seres humanos sino también de toda la realidad. La Historia nos demuestra que el paso del hombre por el planeta está permanentemente unido a estas cuatro características. Violencia, guerras, poder, explotación, esclavitud, dominio, rituales obsesivos que preparan la agresión o que impiden el uso de la inteligencia (todos los países tienen Ministerio de Guerra pero muy pocos Ministerio de la Inteligencia), miseria, hambre, países marginados, injusticias, etc., etc. También el hombre ha producido cultura, arte, tecnología; la Historia nos dice que estas facetas no llegan a la generalidad de la población mundial; en los países desarrollados hay una resistencia muy notoria en la gente al discurso racional (lo probaré y analizaré en publicaciones posteriores) y en los no desarrollados simplemente estas facetas culturales y tecnológicas no llegan o si lo hacen, llegan con atraso; en los primeros tecnología para alguna forma de agresión y en los segundos ignorancia o retardo. Siempre la Historia nos va a ayudar en nuestras conclusiones para no repetir situaciones. Quizás las utopías no existan; todo en algún momento de la historia puede ser realidad. ¿Cómo? Tenemos una sola herramienta: el método científico y las ciencias. Con divulgación científica actualizada e integral a través de la escuela secundaria obligatoria. ¿Por qué? Hasta el momento sólo las ciencias se autocorrigen. No constituyen un sistema cerrado de creencias irrefutables sino simplemente un método de análisis de la realidad. Se requiere: objetividad (las cosas como son y no como queremos que sean); escepticismo (la duda siempre latente); comprobación (pruebas, datos concretos); experimentación (repetir las condiciones y los hechos con resultados análogos); crítica permanente, aceptando pruebas en contrario; fijando leyes a través del método inductivo (de lo particular a lo general); cambiándolas, cuando dichas leyes dejan de tener vigencia, por nuevos datos (por un punto exterior a una línea recta sólo puede pasar una y sólo una recta que no corte a la anterior decía la geometría pero en el espacio tridimensional pueden hacerlo infinitas). Las características del método científico, permiten la autocorrección, así la dinámica, el movimiento, las contradicciones de la realidad se nos hacen perceptibles.
La Historia es el relato cronológico de los hechos humanos a partir de la escritura. La consulta de documentos, actas, publicaciones, cartas, todos los datos escritos en el pasado son la fuente del historiador. Pero, ¿qué pasaba antes de la escritura? Para esto también hay datos de la realidad: ruinas arqueológicas, dibujos, pinturas, utensilios, herramientas, etc., todo lo hecho por el hombre primitivo. Es la Prehistoria. Pero también hay datos de la realidad anteriores, muy anteriores a que el hombre (ahora empezamos a llamarlo "homo sapiens sapiens" [hombre que sabe sabe]) hiciera herramientas. Esos datos son sus huesos calcificados (fósiles) y enterrados bajo tierra en capas geológicas de antigüedad cada vez mayor. Entramos en la ciencia moderna llamada Paleoantropología (paleo = antiguo; antropos = hombre; logía = estudio; estudio del hombre antiguo). El homo sapiens sapiens irá tomando otros nombres hacia el pasado: cro-magnon (hombre arcaico u homo sapiens), neanderthal, pitecantropus erectus (hombre mono erecto); australopithecus africanus y robustus; ramapithecus, etc., etc. El estudio de los restos fósiles, cráneos, dientes (de una importancia fundamental) nos dará datos de cómo eran, qué comían, cómo andaban, cómo fueron evolucionando sus cerebros, qué hacían nuestros antepasados remotos. Seguimos hurgando en el pasado a través de ciencias como la Geología (estudio de la Tierra); Paleoantropología (estudio de los animales antiguos); Biología (estudio de la vida) y su evolución desde el virus y las bacterias hacia los peces y plantas acuáticas (la vida propiamente dicha comenzó en el mar), los anfibios, los reptiles y a partir de ellos las aves por un lado y los mamíferos por el otro, desembocando en el hombre, siempre sujeto de nuestro análisis central. Para saber cómo somos debemos saber cómo fuimos. Antes de que el planeta Tierra (nuestra "casa" y aquí aparecerá la Ecología) fuera un gigantesco caldo de cultivo para virus y bacterias (hace 3.000 millones de años), la Tierra era una bola incandescente que giraba en órbita alrededor del sol, lentamente se fue condensando y formando la corteza terrestre (por dentro sigue la combustión origen de volcanes y terremotos). Pero entramos de lleno en otra ciencia fascinante: La Astronomía, que también tiene su historia pues nos lleva a través del sistema planetario con nuestra estrella Sol en el centro, a su ubicación en un extremo dentro de nuestra galaxia la Vía Láctea con 100.000 años-luz de diámetro (un año-luz es la distancia que recorre la luz en un año y si sabemos que su velocidad es aproximadamente de 300.000 kilómetros por segundo vemos que las distancias en el espacio exterior son gigantescas) y 3.000 años-luz en su espesor máximo que está en el centro galáctico (la Vía Láctea tiene una forma aproximada a un plato sopero y en espiral). Galaxias "cercanas" que forman cúmulos galácticos separados a su vez de otras galaxias y cúmulos por enormes distancias, y todo en expansión a partir de una gigantesca explosión nuclear hace 15.000 millones de años y cuyos ecos aún escuchamos a través de los radiotelescopios. Nos introducimos en la Cosmología (estudio del Cosmos) y en las concepciones antiguas y modernas de origen del universo. Pero aquí estamos los humanos como producto consciente. La historia nos dice que nosotros pensábamos que la Tierra era plana, que el Sol, las demás estrellas y la Luna giraban sobre nosotros, que salían de un lado y se ponían del otro. El universo era antropocéntrico (el hombre como centro). Que todo era estático y siempre igual. Que habíamos sido creados como somos. El mecanismo que funcionaba entonces en nuestra especie era el sistema de la creencia cerrada y dogmática (que aún subsiste en la mayoría de nosotros). Leyes inmutables, naturales y hasta sociales. Todo siempre igual. En la cima: la omnipotencia del hombre que a veces la transfería a los dioses, pero éstos eran lo que los hombres decían que eran. El primer golpe a este universo antropocéntrico lo dio Copérnico, un astrónomo, al descubrir que la Tierra era redonda y giraba alrededor del Sol junto con su satélite la Luna y los otros planetas. Éramos (la Tierra) un pequeño trozo de roca y metal que giraba alrededor de un astro mucho mayor, el Sol. La omnipotencia del hombre recibió un sacudón. Cuando Galileo Galilei, otro astrónomo, señaló que la Tierra se movía tambaleó toda la estructura y el sistema medieval. Giordano Bruno, otro astrónomo, fue torturado y quemado vivo en la hoguera en el año 1600 por la Inquisición: decía que podría haber vida en otros planetas... y el mismo Galileo tuvo un proceso, obligado a retractarse, dicen que también dijo: "y sin embargo se mueve".
El segundo golpe a lo inmutable, a lo estático, a lo siempre igual, a la omnipotencia del hombre, lo dio Charles Darwin con sus estudios sobre el origen de las especies y la, hacia 1850, teoría de la evolución y selección natural. No siempre fuimos, los hombres y las demás especies vivientes, así como somos ahora. Somos producto de cambios, de evolución (los restos fósiles lo prueban) y Darwin fue atacado, combatido ferozmente por el "delito" de sacar conclusiones que conmovían el sistema. Volvemos a lo mismo. Se repite la historia. Los sistemas cerrados, no aceptan críticas ni cambios a pesar de las evidencias: todo debe ser siempre igual; ellos dicen "la realidad es lo que yo digo que es". No se autocorrigen. Pero ¿quiénes son los que hacen esto? Solamente hombres, seres como nosotros de carne y hueso, de cerebro igual que el nuestro; que piensan, razonan y actúan igual que como todos nosotros.
Aparece el tercer golpe a la omnipotencia del hombre: Sigmund Freud "descubre" la vida psíquica inconsciente: los instintos, los recuerdos reprimidos. ¿Qué es el Psicoanálisis sino la historia individual narrada en el voluminoso libro del inconsciente? Descubrir esa historia a través de actos fallidos, gestos, recuerdos que afloran a la conciencia por asociación libre de ideas, sueños, olvidos, chistes, etc. En las ocurrencias espontáneas generalmente no tomadas en cuenta, Freud ve ideas o impulsos reprimidos y deformaciones impuestas a los mismos por la resistencia que se opone a su reproducción. A mayor intensidad en la resistencia mayor deformación. Como vemos, otra ciencia: La Psicología moderna a partir del Psicoanálisis.
El hombre primitivo al soñar creía que había otro ser dentro de sí mismo, "inventó" entonces para solucionar el conflicto, la idea del "alma". Cuerpo y alma, dos entes distintos; los animales, como no hablaban (?), no tenían alma. Pero el hombre sí, porque era superior; hablaba, hacía cosas, pensaba. Tenía un "alma inmortal" que volvería con los dioses. Siempre la omnipotencia se las arreglaba para salir triunfante. Pero con el tercer golpe (el Psicoanálisis), las emociones, los instintos, todo lo reprimido en síntesis, el inconsciente, gobierna y domina al hombre. La neurosis (todos nosotros en mayor o menor medida somos neuróticos) se manifiesta. Los casos agudos de demencia, esquizofrenia, alucinación, alienación (siempre división de la personalidad y nulo contacto con la realidad exterior), con la más suave depresión, angustia, dependencia (escaso o esporádico contacto con la realidad exterior, motivado por carencias, predisposiciones, etc.) se relacionan y muchas veces toda una sociedad se hace psicótica, por ejemplo, en casos de guerra. Esto nos lleva a la Sociología (estudio de la sociedad humana) para comprender cómo los comportamientos individuales se aglutinan socialmente y adoptan actitudes distintas a las que tendrían por separado cada individuo. Existe una manifiesta hipocresía; se actúa socialmente de distinta manera a como se lo haría en privado. Se "piensa" social y públicamente distinto a lo que se razona individual y privadamente. El sistema actúa dominando a los métodos. El conocimiento se abre paso muy lentamente y en saltos con regresiones periódicas que coartan la evolución de la condición humana. Aparecen históricamente hombres excepcionales que marcan hitos de cambio pero su asimilación por la sociedad se hace muy dificultosa.
Las ideas nuevas, en especial cuando son racionales, son resistidas. Hay como una satisfacción general en la ignorancia; los mitos, las leyendas, las supersticiones (aún cuando son importantes para desentrañar el fondo por su simbolismo) se enseñorean y forman pseudociencias (como la astrología por ejemplo). ¿Por qué hay tanta resistencia al discurso racional? Intentaré una explicación aplicando el método de inter-relacionar y comparar que propongo, en publicaciones posteriores. Siguen apareciendo nuevas ciencias que nos ayudan a comprender estas cuestiones. La Neurología (estudio del cerebro y más propiamente de la célula cerebral; las neuronas y su funcionamiento) y la Neuroquímica (estudio de los compuestos químicos que actúan en el cerebro) junto con la Genética y la Ingeniería Molecular nos van dando la información sobre los ácidos nucleicos, material genético de todos los seres vivos del planeta, el ADN (depositario de la información hereditaria) y el ARN (lleva las instrucciones originadas en el ADN al resto de la célula). A través de recientes investigaciones neurológicas sabemos que el cerebro humano está constituido por un cerebro primitivo llamado complejo reptílico. Su desarrollo fue hace varios centenares de millones de años y a partir de los reptiles, también lo tienen los demás mamíferos y nosotros los humanos. Es la base de la agresividad, de los actos rituales, de las jerarquías y de la territorialidad. Más adelante veremos cómo estos rasgos subsisten en el hombre actual y determinan conductas y comportamientos. Rodeando a éste se encuentra el sistema límbico (se llama así porque en inglés se denominan limbs -miembros- los brazos y piernas, órganos periféricos del cuerpo). Se originó hace más de ciento cincuenta millones de años. Lo tienen los restantes mamíferos y menos evolucionado los reptiles, además de nosotros. La evolución más moderna está formada por la corteza cerebral. Se formó hace varias decenas de millones de años. La más perfeccionada es la del hombre pero también la tienen los mamíferos superiores y los primates. Todo lo relatado constituye un proceso de cerebración que culmina con el hombre actual. Demás está decir que toda esta masa cerebral fue creciendo desde unos 500 centímetros cúbicos (100 más que el cerebro de un chimpancé actual) del australopithecus hasta alrededor de 1200 centímetros cúbicos del hombre moderno. Este desarrollo cuantitativo fue también cualitativo pues se manifestó principalmente en los lóbulos frontales (aumento de la frente en sentido vertical), relacionados con la reflexión y la regulación de la acción; intervienen también en el nexo entre visión y postura erecta y bípeda. De este hecho fundamental para el desarrollo humano (caminar en dos pies) deriva la posibilidad de liberar nuestras manos para usarlas en la confección de útiles y herramientas, lo cual desemboca en la civilización. Quizás debemos toda la cultura al desarrollo de los lóbulos frontales de la corteza cerebral.
Veremos también cómo la Nutrición influye en nuestra vida a través de una alimentación equilibrada en proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales. Cómo los pueblos no desarrollados, con desnutrición especialmente infantil, son lentos, quedados, abúlicos, dominados y dependientes. La desnutrición en la infancia es terrorífica pues las células cerebrales, por carecer de alimento proteico, se atrofian y no se regeneran como otras células del cuerpo (las de la piel por ejemplo); esto genera taras mentales y alteraciones como neurosis y psicosis hasta esquizofrenia por no producir el cerebro sustancias químicas (serotonina, acetilcolina, dopamina, etc.)
Este propuesto vuelo de pájaro a manera de prefacio sólo quiere despertar el interés por las ciencias. Quizás el camino del conocimiento ayude a mejorar comportamientos y conductas. Inter-relacionando y comparando datos en forma dinámica veremos una historia distinta. Este trabajo lo haremos en publicaciones futuras donde al inter-relacionar y comparar información llegaremos a conclusiones que inciden en el devenir del hombre hacia el siglo XXI. Será una indagación por un camino difícil, rechazado por un consenso general. Aparecerán personas (algunas ya nombradas en el prefacio) que dieron saltos a la evolución histórica; sus vidas y sus obras; su pensamiento y sus descubrimientos. El marco de esta investigación es siempre la Historia. Ella nos ayudará a comprender las épocas de este viaje a través de las ciencias.





Nota 2
Año XIX - Enero de 1987 - Nº 236
El fuego
Estaba recostado sobre una roca, mirando temeroso el cielo colmado de negros y densos nubarrones; sentía ruidos que retumbaban entre los montes y veía luces prenderse en la semi-oscuridad. Había visto y sentido esto antes pero ahora tenía más miedo; ese fuego que salía en el horizonte de un lado y se ponía en el opuesto, luego de brillar en lo alto, se había apagado de golpe tapado por esas nubes oscuras. De pronto una luz centelleó en el espacio y vio el árbol cercano brillar como si fuera el fuego del cielo. Pegó un salto, gritó su angustia y cayó de rodillas. Con terror vio cómo ese árbol que le servía para alimentarse con sus frutos y su sombra, se consumía ardiendo. Su curiosidad pudo más que el miedo y se acercó. sintió que ese fuego le daba calor pero no le hacía daño; se acercó para tocarlo (siempre su curiosidad podía más que el miedo) y al hacerlo sintió un intenso dolor; huyó despavorido. Pero se recuperó y volvió al lugar; quería saber qué era eso; ya no lo tocó. Estuvo junto a él observando y vio que la ramas más secas se consumían más rápido. Juntó coraje y tomando una gran rama con el extremo encendido, regresó en busca de sus compañeros...
Esta escena es ficción pero pudo muy bien haber sucedido hace miles, o quizás millones de años. No se sabe con certeza cuándo se descubrió el uso del fuego; pudieron los australopithecus (mono del sur), unos homínidos que vivieron hace aproximadamente 3.600.000 años y habitaban en África del Sur, conocer el uso del fuego, pero no lo sabemos con seguridad. Los restos fósiles de esta especie prueban que ya andaba erguido; eran bípedos erectos que se alimentaban de frutos (se sabe por la forma y desgaste de sus dientes) y una rama de ellos comía carne de animales además de frutos (australopithecus grácil o africanus). Esta especie carnívora, o más bien omnívora, tuvo más viabilidad (vivió durante mucho más tiempo) que la especie herbívora exclusiva (australopithecus robustus).
Quizás de esto podemos deducir un principio nutricional que aconsejaría ser omnívoro, es decir, comer de todo (carnes blancas y rojas, hortalizas, cereales integrales, frutas, leche, huevos, etc.) en proporciones adecuadas y balanceadas.
Sabemos que el homo erectus (vivió hace menos de un millón de años) utilizó el fuego y tuvo mucho éxito como cazador de grandes presas. El fuego una vez descubierto y advertida la posibilidad de su uso para proporcionar calor, sirvió también para protegerse del ataque de animales más grandes y feroces. En algún momento ese homínido primitivo descubrió que la carne al asarse al fuego era más sabrosa; tuvo de esta manera otra aplicación del fuego. El fuego también le sirvió de iluminación. Hay fósiles de homínidos junto con restos de animales y cenizas. En épocas mucho más recientes comenzó la metalurgia, es decir, con el calor del fuego hacer la combinación de metales cada vez más duros para la fabricación de armas y utensilios de uso cotidiano. Con la utilización del fuego comenzó un largo camino que conduciría a los albores de la civilización. Pero, ¿qué pasó en ese relato del comienzo? Un hecho fundamental: la curiosidad del homínido primitivo. El impulso de investigar para lograr conocer un fenómeno determinado. Es el germen de toda labor científica. Ese ser que pudo en algún momento del tiempo prehistórico vencer el miedo, el terror a lo desconocido y, motivado por la curiosidad, utilizar un elemento como el fuego para darse calor, para defenderse de otros animales, para cocinar su alimento, para iluminarse (!)...

El cielo
Echado en la hierba, con los ojos muy abiertos, miraba hacia el cielo nocturno. Veía infinidad de puntos luminosos que ardían como fuegos. El pensaba que eran fuegos del cielo; a veces un fuego cruzaba rápido y caía en el horizonte. Un fuego mucho más grande que brillaba con reflejos plateados e iluminaba la noche lo tenía absorto. ¿Cómo podía un fuego sostenerse allá arriba? Muchas noches él veía los fuegos del cielo; se imaginaba que un gran manto negro lo cubría y esos puntos brillantes eran agujeros por donde el fuego del cielo se filtraba. ¿Habría alguien como él allá arriba? ¿Podría algún día volar como los pájaros para ir allí?
El homínido primitivo veía un cielo nocturno mucho más estrellado, pues la atmósfera terrestre estaba más despejada de luces y gases como los que tenemos ahora en las grandes ciudades modernas. Quizás en el campo o en los desiertos podamos hoy ver el cielo en todo su esplendor. El preguntarse por los astros, mucho tiempo después, dio origen a la ciencia astronómica primitiva. Pueblos como los babilonios y los egipcios observaban el cielo. Desde que hay registros históricos el hombre miró el cielo con temor y curiosidad. Se tejieron infinidad de fábulas y leyendas sobre los astros. Primero fue el Sol, el astro más grande y brillante, que resulta imposible mirar, salvo al amanecer o al atardecer, el que cautivó a los humanos. Tan importante fue para la imaginación que se constituyó quizás en el primer dios que se adoró. Los mitos y leyendas solares son el comienzo, en el tiempo, de las más elaboradas religiones posteriores. En todas éstas encontramos elementos de luz y calor, con reminiscencias solares. De los cultos solares pasamos a los que adoraban a la Luna, también otro astro que se destaca netamente en el cielo, pero con una característica especial, pues cambia aparentemente de forma e incluso desaparece de la visual (luna llena, cuartos crecientes y menguantes y luna nueva). Estos cultos dieron origen a infinidad de mitos y fábulas donde la imaginación suplía a la observación directa. No obstante, la fantasía ayudó a que se sistematizara un cierto conocimiento del cielo, al unir estrellas con líneas y "ver" formas conocidas: son las constelaciones. Todo esto es sólo un efecto aparente pues las estrellas que forman dichas constelaciones o figuras están a muy distintas distancias de nosotros, hecho apreciable por su diferente magnitud (brillo más o menos intenso). Pero el primitivo observador necesitaba "ver" figuras en el cielo como las cosas observables en la Tierra. Él ponía esas figuras allí. empezó a relacionar esas figuras con la vida humana y su devenir: comenzó la astrología. El cielo era sagrado con las estrellas fijas (se creía que estaban en una esfera de cristal) mientras que los planetas se movían con respecto a las estrellas fijas. Se creía que esos planetas móviles (Venus, Marte, Júpiter, muy luminosos y de gran visibilidad) eran dioses poderosos que influirían sobre los seres humanos; a través de la astrología se podría conocer el deseo de los dioses. En un principio era un intento de explicación pero luego con el advenimiento de la moderna ciencia astronómica y el invento del telescopio fue quedando relegada hasta el instante actual donde en forma clara y evidente la astrología es una pseudociencia carente de todo contenido científico.
El homínido primitivo creía quizás que las estrellas eran fuegos como los de la Tierra. La realidad es algo parecido; las estrellas son gigantescas masas de gases (hidrógeno y helio, principalmente, que están en combustión permanente con enormes explosiones termonucleares) que generan calor, luz y pueden dar vida como en el caso del planeta Tierra. Esa vida evolucionando (la evolución ya es un hecho comprobado por las ciencias, no una teoría) puede llegar a ser consciente y producir un ser como nosotros, que investigue y se pregunte.
Si el homínido se preguntaba cómo un fuego podía sostenerse allá arriba, hoy sabemos, gracias a las deducciones de Isaac Newton (siglo XVII) que existe una ley de gravitación universal. Newton descubrió la ley de la inercia: un objeto en movimiento en una línea recta lo sigue haciendo hasta que algo lo desvíe. newton pensó que si la Luna no salía disparada en línea recta se debía a que otra fuerza la empujaba en dirección a la Tierra desviando constantemente su camino en forma de círculo. Llamó a esa fuerza gravedad. Probó que la misma fuerza que hacía caer una manzana sobre la Tierra mantenía en su órbita a la Luna; por eso la llamó universal; la misma ley de gravedad es válida en cualquier parte del universo. Además es una ley de cuadrado inverso, pues esa fuerza disminuye inversamente al cuadrado de la distancia. Si dos objetos están al doble de una distancia anterior, la gravedad que los tiende a juntar es una cuarta parte de la de antes y si los colocamos 10 veces más lejos, la gravedad es diez al cuadrado (102 = 100) es decir, 100 veces menor. La gravedad disminuye con la distancia y por eso un cometa se mueve lentamente cuando se halla lejos del sol y lo hace con rapidez cuando está cerca de él.
También el primitivo se preguntaría, quizás, si podría volar hacia los fuegos del cielo; hoy los vuelos espaciales son una realidad e incluso hay naves como el Voyager 2 que navegan hacia los planetas exteriores, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, y que luego abandonará nuestro sistema planetario para internarse en el espacio interestelar.

Inter-relación
Cuando el habitante de las cavernas buscaba su alimento y recogía los frutos que veía caer de los árboles, simplemente comía la manzana. Para él era importante satisfacer su apetito. El fruto caído del árbol era el medio más simple para calmar el hambre prehistórico.
Millones de años más tarde, en 1666, Isaac Newton también vio caer una manzana. Su apetito ya estaría calmado por millones de años de evolución y también por su situación social (no olvidemos que era un caballero de Gran Bretaña); el mismo hecho (la caída de un fruto) y sin embargo la trascendencia del descubrimiento de Newton para el desarrollo de las ciencias modernas fue, valga la ironía, de "gravitación universal". A partir de Sir Isaac Newton se comprende mejor el universo que habitamos. Preguntado Newton cómo llegó a su sensacional descubrimiento dicen que contestó: "Simplemente, pensando en ello". Yo me atrevería a agregar que, además de pensar, lo cual supone deducir (de lo general a lo particular) o inducir (de lo particular a lo general), es decir, razonar, es necesario saber observar. Una percepción afinada y refinada de la realidad. No ver las cosas con pre-conceptos o pre-juicios o como queremos que sean, sino, por el contrario, ver todas las cosas como son en realidad, con objetividad y no en forma subjetiva.
Cuando en la Edad Media veían "salir" el sol a la mañana por un lado (Este) y "ponerse" por el otro (Oeste) sacaban la conclusión de que el sol se movía junto con la "esfera de cristal del cielo". La Tierra era plana y quieta (geocentrismo). El hombre, habitante supremo de la Tierra y "rey de la creación" como centro del mundo (antropocentrismo). Las personas que despedían a los marinos en los puertos veían alejarse a los buques a vela y quizás veían que lo primero que se perdía en el horizonte era el casco y luego, lentamente, la vela y el mástil de la nave. Pero no deducían de esta observación que si lo primero que se perdía a la vista era el casco, podía entonces la Tierra ser curva o redonda. Imaginaban pozos con monstruos marinos. Las fantasías eran muchas, pero siempre hubo intrépidos navegantes que desafiaban el peligro: Colón, Magallanes, Elcano, demostraron con los hechos que partiendo hacia el Oeste se podía regresar por el Este. Es probable que ellos lo hicieran no para demostrar hipótesis científicas, sino por simple aventura, pero fueron útiles por los descubrimientos que efectuaron.
Finalmente la gran deducción: Copérnico y su concepción de que el Sol y no la Tierra era el centro del universo; mejor aún, el Sol es el centro de nuestro Sistema Planetario. La Tierra quedó relegada a ser un simple planeta (el tercero desde el Sol): que era redonda (como todos los astros) y que giraba en órbita alrededor del Sol. El ocaso definitivo del geocentrismo y del antropocentrismo...

Comparación
Los datos que nos aportan ciencias como la Paleoantropología, la Física, la Astronomía, nos ayudan a comprender mejor la evolución y nuestro desarrollo hacia la actual civilización tecnológica. A partir de la observación venciendo los miedos internos y amenazas externas, el ser humano ha podido crecer. La curiosidad, el deseo de saber, ha motivado este proceso. Desentrañar los "misterios" de la naturaleza es tarea ardua, difícil, costosa, con largos intervalos de represión y oscurantismo. Quizás la verdad se abre paso a la larga y los hechos van lentamente consolidando un conocimiento. Pero ahora estamos en los albores del siglo XXI; no podemos quedarnos; el desarrollo de las ciencias es vertiginoso; la tecnología supera la más audaz imaginación de épocas históricas anteriores. Estamos en los umbrales de abandonar el Planeta-Madre de la especie humana. Quizás dentro de pocos decenios estaremos afincados en la Luna y en el planeta Marte. Hay estudios serios y no muy costosos para transformar a Marte y hacerlo habitable, con atmósfera y agua vitales para la vida vegetal y animal.
Tenemos un desafío: no autodestruirnos. Respetarnos a nosotros mismos.
El primitivo buscaba alimento para subsistir; sus herramientas y armas comenzaron desde una simple piedra. Tomando la piedra del suelo, quizás la arrojaba hacia otro animal o hacia un fruto colgante de un árbol. Pero el solo hecho de comprender cómo con la piedra podría obtener un resultado ya indica un germen de raciocinio. Hasta los actuales primates (chimpancés, gorilas y orangutanes) usan muchas veces ramas caídas para hurguetear en hormigueros y arrojan piedras o ramas e incluso usan éstas como garrotes.
Piense el lector que cualquier hecho que podamos conectar con otro nos sirve para aprender.
El pequeño secreto es observar aún los finos detalles, lo que aparece como sin importancia, yo diría, hasta lo superfluo y más aún, hasta lo que rechazamos en nuestro primer contacto.
Y el gran secreto es precisamente éste: todo dato que rechazamos en primera instancia deberíamos analizarlo, aislándolo y exagerándolo, como campo ampliado.
Las ciencias en el transcurso de la Historia se han autocorregido, porque han tenido en cuenta todos los detalles y han aceptado la prueba como elemento definitorio.
Hacer ciencia es, en cierto sentido, un trabajo detectivesco; indagando, dudando, viendo las cosas como son, comparando, probando, pero por sobre todo, corrigiéndose, aceptando lo claro y evidente.




Nota 3
Año XIX - Febrero de 1987 - Nº 237
Las armas
Estaban reunidos junto al fuego; sus todavía torpes manos jugueteaban con guijarros, gruesas ramas y largos huesos de animales. Eran pequeños, casi enanos y delgados; caminaban erguidos pero en forma tambaleante aunque gráciles y rápidos. Las cabezas tenían frente incipiente y huidiza. Algunos corrían, mientras otros estaban echados. Era un grupo pequeño. De pronto, saliendo de unos matorrales cercanos, aparecieron infinidad de seres más altos y robustos, también tambaleándose y de aspecto feroz; no tenían frente pero sí una poderosa mandíbula; proferían gritos amenazantes y se acercaron golpeándose con sus pesadas manos el pecho. Al llegar los intrusos tan sorpresivamente, los pequeños y gráciles retrocedieron temerosos. Las hembras con sus crías tardaron más en reaccionar y fueron golpeadas por los robustos con sus manos y brazos musculosos. Algunas fueron tomadas y arrastradas en un intento de rapto. Unos robustos intentaban robar el fuego de la hoguera pero se quemaban y proferían gritos de dolor y miedo. Luego de la sorpresa de los primeros momentos, unos gráciles, tomando guijarros y huesos pesados de fémur de antílopes, contraatacaron a los robustos, tirándoles las piedras y golpeando con los garrotes en sus cabezas y cuerpos. Los fuertes, pesados, más grandes y numerosos robustos comenzaron a retroceder, temerosos y sangrantes, abandonando el fuego y a las hembras...
Desde el año 1924 hasta el presente se han encontrado restos fósiles de homínidos primitivos en varias partes de África del Sur (Taung, Sterkfontein, Kromdraai, Swartkrans y Makapansgat) y en África Oriental (Olduvai, Omo, Peninj, Garusi, Kanapoi, Lothagam, Baringo, Koobi Fora) y más recientemente en la llamada década de oro (1967 - 1977) principalmente el descubrimiento del fósil llamado "Lucy" y el ya famoso yacimiento 333 de huesos fósiles llamados "la primera familia" en Hadar, región del Afar en Etiopía por el paleoantropólogo Donald Johanson. Los nombres de científicos como Raymond Dart, Robert Broom, Le Gros Clark, Brain, John Robinson, Phillip Tobias, la familia Leakey (Louis, Mary y Richard), David Pilbeam, Ralph Holloway y tantos otros que cimentaron nuestro actual conocimiento sobre nuestros primitivos ancestros merecen ser citados. A través de sus descubrimientos y relatos iremos paulatinamente indagando nuestro pasado remoto.
La ficción narrada al comienzo se me ocurrió para ejemplificar el posible choque de dos especies de homínidos y la relevante importancia del uso, por parte del australopithecus africanus o grácil, de armas. Según los restos fósiles encontrados, el australopithecus robustus no está asociado con herramienta alguna, en cambio el grácil usaba útiles de piedra y hueso, indicando esto último que cazaba. Ambos eran bípedos, aunque imperfectos; por los dientes y mandíbulas encontrados sabemos que el A. robustus (A. = Australopithecus, en adelante) era vegetariano rígido mientras que el A. africanus o grácil era omnívoro, es decir, que comía de todo, incluso carne de venado (usaba sus huesos). En el A. robustus había ausencia de frente mientras que el A. grácil tenía una frente incipiente (aumento de los lóbulos frontales). Hay otras especies de australopithecus como el afarensis (descubierto por Donald Johanson) probablemente más antiguo, hacia 4 millones de años o más y el A. Bosei más reciente hacia los 2 millones de años y menos.
El uso de guijarros, huesos y ramas como armas por parte del homínido primitivo revela una incipiente "tecnología" que le sirvió para sobrevivir como especie. La tecnología superior se impone a la carencia de ella a pesar de la fuerza física. Cuando el homínido comprendió que el uso de armas lo ayudaba a resistir y rechazar ataques de animales más fuertes es probable que comenzara la fabricación y no la mera utilización del elemento primario. Este proceso de hacer el arma o el utensilio como, por ejemplo, sacar astillas y afilar una piedra para hacerla cortante, involucra una capacidad de raciocinio destacada. La posición erecta bípeda con la consiguiente liberación de las manos para el uso de armas y el desarrollo de la locomoción en esa pose erecta, llevó al homínido a poder observar a mayor distancia, prevenir y rechazar el ataque de leopardos y hienas, sus enemigos mayores. El fuego, junto con las armas primitivas, el simple uso o la fabricación de la herramienta, llevó a nuestros antepasados remotos a poder sobrevivir, reproducirse y evolucionar hacia las formas humanas. En esos primeros tiempos, las armas fueron necesarias.

La violencia
a) Para alimentarse (la caza):
La posesión de herramientas que le permitían dominar al atacante probablemente incitó la imaginación de nuestro homínido. Podía cazar y tomar presas más fácilmente para poder alimentarse. No olvidemos que el A. africanus o grácil era omnívoro y sus fósiles están asociados con útiles de piedra y hueso de animales. Pero la actividad de la caza generalmente se lleva a cabo en forma colectiva entre los homínidos; en cambio otros animales, como los felinos, actúan principalmente en forma individual. Esta tarea colectiva implica un grado mayor de actividad neuronal y va llevando a la socialización y al desarrollo de gestos y sonidos.
b) Contra su especie:
En un momento de la evolución, las especies de homínidos que poseían el conocimiento del uso del fuego y de las armas (útiles de piedra y hueso) dirigieron su agresividad hacia seres de su propio género por la disputa de hembras, por dominio de un territorio abundante de caza o por el simple robo de tecnología superior como piedras mejor afiladas o incluso insertadas a huesos o ramas (hachas primitivas). No sabemos con certeza cuándo se produce el hecho de violencia organizada contra su misma especie pero se han encontrado yacimientos de fósiles con cráneos golpeados, parecería que con huesos de fémur de antílope. Algunos paleoantropólogos señalan que fueron víctimas de leopardos que los arrastraban a los árboles consumiéndolos, siendo sus despojos llevados por hienas a cuevas o simplemente cayendo de la cima de los árboles que crecían cerca de aberturas en el suelo, conducentes a las cavernas inundadas de agua de lluvia (las raíces de los árboles buscaban esa humedad) donde luego de 2 ó 3 millones de años fueron encontrados.
Esta discusión concreta se produjo en la caverna de Makapansgat y en la cueva de Swartkrans, ambas en África del Sur.
c) Territorial:
Los homínidos cuando encontraban caza en un determinado sitio, se quedaban en él durante varios días o lapsos mayores (hay restos en los bordes de los bosques, montes y matorrales). Todavía no habían comprendido la ventaja de usar como hábitat las cuevas y cavernas, esto lo hicieron mucho después. Entre 2 y 6 millones de años hacia el pasado estos seres eran sumamente primitivos. Cuando comenzaron a ser depredadores, es decir, cazar para alimentarse, es probable que tuvieran "territorios", ámbitos donde merodeaban en busca de presas. Esto agudizó su sentido de posesión del terreno, al que defendían de la incursión de otros homínidos menos evolucionados.
d) Por el poder:
La posesión de armas y del uso del fuego, la posibilidad de cazar para alimentarse, el asentamiento en lugares favorables, el caminar bípedo con locomoción rápida y ágil y otros factores de adaptación al medio fueron lentamente desarrollando un sentido de poder y de jerarquía. El agrupamiento en bandas más o menos numerosas con machos, hembras y crías que cuidaban durante mucho tiempo, les permitió evolucionar. Este aprendizaje lento y con largo tiempo de protección de las crías es una característica fundamental. Por los fósiles se puede deducir que mientras los machos se organizaban para la caza, las hembras recolectaban vegetales y frutos además de cuidar a las crías. Para cazar es probable que el macho más astuto tuviera un rol hegemónico; con gestos, sonidos o golpes, estos seres ejercían una forma primigenia de poder y jerarquía.
e) Por la disputa de hembras:
La violencia dentro de la orda primitiva o entre bandas rivales puede también haberse usado peleando entre sí los machos disputándose las hembras cuando éstas eran escasas. En esos tiempos el sexo era sólo violencia y mero instinto.

La guerra
La violencia organizada colectivamente contra su misma especie o entre géneros diferentes por los motivos enumerados anteriormente puede haber sido la causal de la desaparición de determinados homínidos. Algunos paleoantropólogos piensan que esto sucedió con el A. robustus y mucho más cerca en el tiempo con el Neanderthal (100.000 años o menos) que se extinguieron sin dejar sucesores. Quizás hubo guerras de exterminio contra estas especies o también que hayan existido en ellas taras físicas; de todas formas ambas especies desaparecieron a pesar de su robustez.
Es casi seguro que existía una rivalidad muy grande entre las distintas formas de antropoides pero sabemos que la supervivencia fue de los que tenían en su poder y sabían usar los diversos útiles y herramientas, es decir, los más inteligentes y con mejor tecnología. Ellos fueron el tronco que evolucionó hasta el hombre actual...

El amor
Hay una expresión popular que dice: "En la guerra y en el amor todos los medios son válidos"; incluso escuché muchas veces decir "todas las armas" en lugar de todos los medios. También se habla de "conquista amorosa" y de "poseer " al ser "amado". El coqueteo amoroso asemeja desfiles o, como en 1914 - 1918, la guerra de trincheras. Es muy común en las relaciones de pareja una situación de dominio de uno sobre el otro integrante; las vinculaciones sádicas (placer con el sufrimiento propio), están muy desarrolladas y en los casos de separaciones conyugales observamos un alto porcentaje de conflictos neuróticos. En el hombre actual vemos carencias afectivas, principalmente en la niñez, que predisponen para adicciones químicas (drogas) y para otro tipo de adicciones como creencias erróneas, magia, tabúes, uso de amuletos y talismanes, supersticiones, etc... Estos dos elementos, tanto el sadomasoquismo como las diversas formas de adicciones, generan conflictos que hacen eclosión de manera notable en la pareja. La violencia expresa o sutilmente manifestada en la pareja amorosa por gestos, miradas, palabras, ironías, etc. es típica.
a) Enamoramiento:
El enamoramiento es una ilusión, al atribuirle al otro calidades inexistentes; se "ve" en el otro la proyección de nosotros mismos y de nuestro ideal; vemos lo que queremos ver, no la realidad del otro. Por eso se produce la posesión, porque es como un alargue de nuestra propia identidad; en síntesis: el otro soy yo. Esa posesión produce violencia expresa o tácita, consciente o inconsciente.
b) Amor (en estricto sentido):
En el amor, por el contrario, lo fundamental es el conocimiento del otro. Verlo tal como es y no como queremos que sea. Valorarlo como un sujeto (no como un objeto), distinto a nosotros en identidad pero igual en su calidad humana. Así vamos respetándolo pero no por temor sino por la sencilla fórmula de colocarnos en el lugar del otro, para comprenderlo. Para que esto se haga efectivo es imprescindible la comunicación y la sinceridad. Si no hay intercambio en las ideas para corregir errores, para manifestar deseos o simplemente para decir cosas sin aparente sentido, no puede haber comunicación sincera. Se manifiesta el amor con otro elemento que casi es tan importante como el conocimiento, me refiero al cuidado, la preocupación sana (lo contrario de manía) por la vida, la evolución, el crecimiento y la madurez del ser que amamos. Finalmente la responsabilidad, en el sentido de responder voluntariamente (lo opuesto de obligación) a las necesidades expresas o tácitas del otro ser humano. A través del amor (de éste que he expuesto tan someramente) y no del enamoramiento, el ser humano logra superar la separación que el trauma del nacimiento le ha producido y acceder al desarrollo, a la madurez y a la felicidad. Alguien me dijo una vez que "la felicidad es una tibia sensación de bienestar"; esta bella imagen me recuerda el vuelo de una mariposa, lástima que la vida de la mariposa sea tan efímera...

Inter-relación
En esta incursión por ciencias como la Paleoantropología, la Psicología, la Sociología, la Biología, la Ecología, han ido surgiendo cabos sueltos. Amigo lector, piensa cuántas relaciones hay entre estos hechos básicos de la historia humana. Los países poderosos en tecnología ocupan y conquistan a países o pueblos débiles: Alejandro Magno, los Romanos, los Mogoles, los Españoles en América, los Portugueses e Ingleses en varios continentes, etc., etc. El conquistador impone su dominio, no trata de valorar, conocer o respetar la cultura del vencido; a veces, como los homínidos primitivos (A. robustus, Neanderthal), lo extermina. Los genocidios en la historia de la humanidad fueron muchos. Los motivos para la guerra siguen siendo casi los mismos que en tiempos pretéritos. Pero en la actualidad hay primacía de un elemento: el poder. La relación entre el carácter básico de la jerarquía y el poder es directa. Tome el lector el cabo suelto del enamoramiento donde mencioné el factor del dominio dentro de la pareja y verá escondido el sentido de omnipotencia. "El estado soy yo" tronaba Luis XIV, el rey francés todopoderoso...
En la guerra, en el enamoramiento y en otras conductas humanas aflora en forma constante el poder, el dominio, la jerarquía...
Todo esto genera intolerancia, que se acrecienta con la internalización de las ideas. Este fenómeno se comprende y deduce por todo lo que antecede. ¿Qué es la internalización de las ideas? La mente humana funciona tomando una idea y haciéndola propia, como si en realidad dicha idea fuera el mismo ser humano. Defendemos los conceptos en lugar de debatirlos y ejercer el análisis crítico. Nos identificamos con la idea. Se produce un "contrato de adhesión". En la horda primitiva surgía el más astuto que, con gestos o golpes, organizaba a los demás para cazar una presa y ellos lo seguían. Con las ideas de todo tipo pasa lo mismo, unos pocos las producen y la inmensa mayoría las acepta o las rechaza. La identificación con los hombres y las ideas de los hombres es típica en el adolescente ("adolece" de identidad) pero en los adultos el análisis crítico, la producción de nuevas ideas, el descubrimiento de hechos o de relaciones nueva sería saludable que se manifestara. En las cercanías del siglo XXI, nosotros, los humanos, tendríamos que cambiar hábitos, en lugar de imponer las ideas deberíamos debatirlas, pero me estoy refiriendo a los 5.000 millones de seres humanos del planeta Tierra... La divulgación científica puede ayudar a que todos los humanos nos manifestemos con conocimiento.

Comparación
Mencionaba el principio el resto fósil de "Lucy" y el yacimiento de la primera familia, descubiertos en Hadar, región del Afar en Etiopía. Pero, amigo lector, hoy en día Etiopía sufre una cruel hambruna. Es probable que haya visto por televisión o noticieros en el cine, niños famélicos, con vientres prominentes (señal de aguda desnutrición) recibiendo algún alimento por parte de organismos de las Naciones Unidas. Esas imágenes deberíamos tenerlas siempre presentes. El continente africano, cuna de nuestros ancestros, donde los antropoides y homínidos evolucionaron hace millones de años y donde comenzó la inteligencia y la conciencia que nos lleva al espacio exterior, tiene actualmente muchos países con situaciones similares a Etiopía. Al mismo tiempo que el Voyager 2 está en las cercanías del planeta Neptuno y dentro de poco saldrá de nuestro sistema planetario, que los misiles balísticos colman los arsenales y buscan nueva ubicación, niños africanos, asiáticos, latinoamericanos y de barrios de New York sufren desnutrición...
El homínido primitivo debía luchar contra el medio hostil; las fieras depredadoras, especialmente leopardos y grandes hienas lo hostigaban continuamente. El uso de armas le fue imprescindible para sobrevivir y evolucionar. Lo hicieron los más aptos, los más inteligentes, los poseedores y creadores de herramientas y armas. En los albores de la Humanidad, ellos, los "adolescentes" (que adolecen) debieron pelear, cazar, ejercer violencia, usar el instinto sexual sin amor, luchar contra la naturaleza que los dominaba y los abrumaba. Amigo lector, ahora llegamos al siglo XXI, deberíamos crecer, dejar de ser adolescentes como nuestros antecesores; ahora con un dominio tecnológico mucho mayor y que se acrecienta en proporción geométrica, tendríamos que preservar, cuidar, respetar a nuestro planeta Tierra y a los materiales y seres que lo habitan.
La violencia para los homínidos precursores de nuestra especie fue inevitable, para nosotros, homo sapiens sapiens, debería ser también historia...




Nota 4
Año XIX - Abril de 1987 - Nº 239

La Rueda. La Agricultura y Domesticación de animales. El carro.
La rueda fue un descubrimiento hecho por el hombre ya en épocas recientes; no hay asociación de este elemento con fósiles de ningún homínido primitivo; podemos decir, casi con certeza, que es uno de los primeros inventos trascendentes para el desarrollo de la civilización. ¿Cómo surgió esta idea? En los primeros asentamientos del hombre arcaico (cro-magnon u homo sapiens) y de manera especial en los valles fértiles donde comenzó la agricultura, es probable que estos hombres observaran cómo de las montañas rodaban piedras o incluso ellos mismos tiraran bloques grandes hacia el valle para utilizarlos en la confección de herramientas. Una piedra rodando se asemeja bastante a una rueda: pero de esta observación al invento propiamente dicho de la rueda, media un lapso considerable. Previamente el hombre debió aprender a domesticar animales como cabras, ovejas, vacas, bueyes, caballos, etc. Este último hecho, junto con la agricultura, fue el paso importante que determinó el afincamiento y la formación de los primeros poblados estables. En la época en que el hombre era exclusivamente cazador, iba persiguiendo constantemente a sus presas; por consiguiente cambiaba de asentamiento en lapso de días o semanas. A medida que fue extendiéndose la práctica de la agricultura y el cuidado de rebaños de cabras y ovejas, se vio obligado a establecerse en un lugar. Este hecho de tener un hábitat fijo es de apreciable importancia: mientras el cazador-recolector iba en busca de alimento en forma casi cotidiana, el agricultor-pastor podía almacenar la cosecha para irla consumiendo a medida que lo necesitaba, y al domesticar animales, también los podía sacrificar en el momento adecuado a sus necesidades. Estos hechos permitieron el desarrollo de su inteligencia en mayor medida, pues disponía de más tiempo. La observación y la confección de útiles y herramientas se intensificó. La amenaza del hambre amenguó.
No todos los grupos humanos se hicieron sedentarios, subsistieron nómadas que vivían de la caza, de la pesca y de sus rebaños. Quizás estos nómadas fueron los que iban difundiendo los conocimientos, observaciones y descubrimientos que recogían a medida que se trasladaban de un sitio a otro.
Todo este período, que abarca desde hace unos 15.000 años antes de nuestra era hasta el descubrimiento de la escritura, se denomina neolítico, o de la piedra pulida. Se caracteriza por la acentuación en la recolección de vegetales y frutos silvestres, por el surgimiento y desarrollo de la agricultura, la domesticación de animales, el uso de útiles de piedra cada vez más elaborados, los asentamientos de las poblaciones, la formación de aldeas y, luego, de verdaderas ciudades con grandes murallas de piedra, como Jericó en Palestina, hace unos 9.000 años. El levantamiento de empalizadas alrededor de las crecientes aldeas, primero de troncos con fosas y luego de piedras, se hacía para defenderse del ataque de animales y también de tribus nómadas que buscaban el alimento tan celosamente guardado por las poblaciones agrícolas.
El hombre, durante milenios, debió transportar las cargas sobre sus hombros, pero con el comienzo de la domesticación, trasladó dichas cargas al lomo de sus animales. Este primitivo transporte fue suplantado con el invento de vehículos, probablemente troncos, unidos y enganchados a los cuernos de bueyes; así comienza la tracción animal para el transporte de piedras u otros elementos hacia los poblados. Este primario transporte terrestre se desarrolló con el invento de un elemento fundamental: la rueda. El carro de ruedas (éstas eran al principio macizas) permitió el acortamiento de las distancias y el traslado de cargas mucho más pesadas y complejas. La rueda y el carro comienzan a aparecer en Sumeria en la Mesopotamia (entre los ríos Tigris y Éufrates, Asia Menor) hacia 3.500 años antes de nuestra era. Bien pronto el hombre comenzó a utilizar estos inventos para usos bélicos: el carro de guerra. Sabemos que pueblos como los Hititas (hacia el año 2.000 antes de nuestra era) y los Hicsos (hacia el 1.700 antes de nuestra era) fueron llegando al Asia Menor ocupando la Mesopotamia y, a través de Siria-Palestina, al Egipto del primer imperio tebano. Estos invasores poseían armas de bronce y caballos uncidos a carros de guerra; con estos nuevos elementos sorprendieron a los egipcios, a quienes derrotaron. Así aparecen, quizás por primera vez, la rueda y el carro como determinantes en una contienda bélica de trascendencia. Hacia 1.580 antes de nuestra era, Amasis I, fundador de la XVIII dinastía egipcia, reconquista todo el valle del Nilo, tomando por asalto Avaris, la plaza fuerte de los Hicsos. Luego de un ensayo de Imperio sobre todo el Medio Oriente civilizado, los Hicsos desaparecen de la historia. Hecho curioso: las altas culturas americanas no conocieron la rueda, salvo como juguete para niños...

El Microscopio
Anton van Leeuwenhoek, mercader de la ciudad de Delft, Holanda, en el año 1680, observó por vez primera células de levadura mediante el uso de un revolucionario instrumento: el microscopio. El principio básico es el empleo y enfoque de la luz mediante el uso de lentes. Ya antes (1590, Zacharias Jahnssen) se habían utilizado instrumentos que combinaban lentes, pero éstas estaban imperfectamente pulidas, apareciendo los objetos ampliados como burbujas cubiertas de pelusa. Van Leeuwenhoek pulió delgadas lentes en forma perfecta, llegando a aumentar hasta 200 veces la imagen. Escribió informes detallados de todo lo que veía a la Real Sociedad de Londres (institución rectora de las ciencias en esa época). Tan valiosos fueron éstos que el mercader fue designado miembro de la Real Sociedad y fue visitado por la reina de Inglaterra y el zar de Rusia, Pedro el Grande. Van Leeuwenhoek descubrió los espermatozoides, los hematíes (glóbulos rojos) y llegó incluso a ver la sangre por los tubos capilares. Fue el primero en contemplar seres vivos tan diminutos que era imposible observarlos a simple vista; los llamó "animálculos" y los observó en el agua estancada. Finalmente, ampliando al máximo el poder de sus lentes, logró ver los "gérmenes" que hoy designamos como bacterias. Los "animálculos" eran, en realidad, animales que se alimentaban de pequeñísimas partículas y que se movían mediante apéndices (flagelos), por pestañas o por impulsión de protoplasma (pseudópodos); recibieron el nombre de "protozoos" (del griego = animales primarios) y son unicelulares. Los "gérmenes" eran más pequeños que los protozoos y más rudimentarios; la mayor parte permanecían sin moverse, limitándose a crecer y a multiplicarse.
El microscopista dinamarqués Otto Müller en 1773 los logró ver en forma tan nítida que los clasificó en dos tipos: "bacilos" (del latín = pequeños vástagos) y "espirilos" (forma en espiral). Theodor Billroth distinguió variedades aún más pequeñas a las que llamó "cocos" (del griego = baya). El botánico alemán Ferdinand Cohn les dio el nombre de bacterias. Pasteur utilizó el vocablo "microbio" (vida diminuta) para todas las formas de vida microscópicas animal, vegetal y bacterial; pero pronto fue aplicado el término de microbio sólo a la bacteria. Hoy en día llamamos a todas las formas de vida microscópicas con el vocablo de microorganismo.
Gracias al microscopio se pudieron descubrir todos estos microorganismos y fue precisamente Pasteur quien los vinculó con la enfermedad, fundando así la ciencia moderna de la Bacteriología o Microbiología.
Actualmente podemos combatir enfermedades infecciosas causadas por bacterias y sus tipos: cocos, bacilos, espirilos, estreptococos, estafilococos, etc. a través de los antibióticos (término introducido por el bacteriólogo Selman Waksman). El primero desarrollado como tal (antes se usó la sulfamida) fue la penicilina, descubierta por Alexander Flemin; purificada y apresurada su producción por Howard FLorey y Ernst Chain.
Como apreciará el lector, gracias al descubrimiento del microscopio pudo la humanidad descubrir las bacterias y luego combatirlas para terminar con uno de los flagelos más grandes de la historia: las pestes. El problema actual de las mutaciones en las bacterias, que genera pérdida de efectividad de los primeros antibióticos, es atacado con nuevos antibióticos y modificaciones de los antiguos, como la estaficilina.

El Telescopio
En 1608, un artesano holandés de gafas (anteojos) contemplaba objetos a través de dos lentes, situados uno detrás de otro. Advirtió que manteniendo algo distanciados los lentes entre sí, los objetos lejanos aparecían como si estuvieran al alcance de la mano. Este artesano se llamaba Hans Lippershey y construyó el primer telescopio colocando los dos lentes en un tubo para mantenerlos a la distancia adecuada. Habiendo tomado conocimiento de que por medio de cristales se podían acortar las distancias, el astrónomo Galileo Galilei (1564 - 1642) construyó su propio telescopio unos seis meses después que el de Lippershey. También descubrió Galileo que reajustando las lentes de su telescopio lograba aumentar el tamaño de los objetos cercanos, lo cual en realidad era un microscopio, pues el principio en que se basan ambos instrumentos es similar. Galileo con su telescopio revolucionó la ciencia del siglo XVII. Antes que él, las preguntas eran dilucidadas de acuerdo con los escritos de la antigüedad, "Aristóteles dice...", "Ptolomeo dice...", Galileo cuestionó las antiguas creencias a través de sus observaciones y utilizó la experimentación en la búsqueda de la verdad y del conocimiento.
Descubrió cuatro de los doce satélites de Júpiter (ahora pensamos que Júpiter puede tener más de doce lunas pues los Voyager 1 y 2 así lo demostrarían); argumentó que los planetas giran alrededor del Sol de la misma manera que los satélites alrededor de Júpiter; descubrió que desde la Tierra, Venus cambiaba de forma, como la Luna, lo cual significaba que Venus giraba alrededor del Sol; fue el primero en descubrir las manchas del Sol, quizás el descubrimiento más revolucionario de Galileo con el telescopio. También descubrió un número mucho mayor de estrellas de lo que anteriormente se pensaban que existían. Descubrió cráteres y montañas en la Luna. En síntesis, fue el primer hombre que exploró visualmente el espacio y demostró la verdad de la teoría de Copérnico de que el Sol, y no la Tierra, era el centro de nuestro sistema.
Pero el telescopio de Galileo, era uno de refracción simple; lo construyó montando una lente cóncava y otra convexa en un tubo de plomo; el instrumento más grande aumentaba hasta 20 veces; pero se empañaba y producía efectos de irisado alrededor de los bordes.
A Sir Isaac Newton (1642 - 1727) se le deben adelantos notables de la Astronomía, incluyendo la invención del telescopio reflector en 1668. Tenía un espejo para recoger la luz en vez de lentes como el de Galileo, otro espejo plano en el interior reflecta o refleja la luz recogida y, a través de un ocular, el observador ve la imagen.
Los telescopios aumentaron enormemente el conocimiento del universo. Hasta hace poco el telescopio más grande del mundo era el reflector Hale del Monte Palomar, en California, Estados Unidos. Su espejo de 5,08 metros pesa 17 toneladas. Ahora los soviéticos construyeron un telescopio de reflexión mucho más grande en el Monte Semirodniki (a 2.070 metros de altura) en el norte del Cáucaso, con un espejo de 6 metros. El instrumento , de 860 toneladas, rastrea automáticamente el objeto en observación y los astrónomos no miran a través de él sino que lo utilizan para fotografiar (las películas son más sensibles que los ojos humanos) el espacio y analizar la luz de objetos remotos como las estrellas y de las grandes agrupaciones de estrellas como las galaxias.

Inter-relación
Amigo lector, hemos visto cómo el invento de la rueda y el carro le sirvió al ser humano para transportar cargas a distancias, acercando los lugares de recolección de piedras, troncos u otros materiales a sus hábitats donde almacenaba los productos. Pero previo a esto, el hombre aprendió a sembrar y cosechar frutos, en especial cereales, dando comienzo a la actividad madre: la agricultura. Esto permitió el asentamiento en lugares fijos donde guardaba el grano cosechado. Además comenzó a domesticar animales, como cabras y ovejas al principio y luego bueyes, vacas y caballos.
Los pueblos nómadas tenían rebaños pero no practicaban la agricultura, quizás por estos se hicieron más belicosos y atacaban poblados para saquear los "tesoros" en granos que almacenaban los pobladores de aldeas.
El hábitat fijo terminó con las hambrunas al disponer, de acuerdo a sus necesidades, del alimento guardado y de sacrificar animales del rebaño en el momento preciso. También por esto el hombre dispuso de más tiempo para reflexionar e inventar útiles para sus crecientes necesidades.
Con el microscopio el hombre pudo ver lo invisible para los ojos. Se abrió todo un mundo desconocido y se descubrió el origen de males ancestrales que en forma de plagas periódicas tuvieron efectos trascendentes en la Historia. La plaga en Atenas, donde murió Pericles durante las guerras del Peloponeso (entre Esparta y Atenas, siglo V antes de nuestra era), abrió el camino para el ocaso de Grecia. Las plagas que asolaron el Imperio Romano durante la época de Marco Aurelio (entre los años 161 - 180) es probable que minaran la solidez de Roma. En el siglo XIV la peste negra aniquiló a gran parte de la población europea, conmoviendo los cimientos sociales de la Edad Media. Aún hoy en día es endémico el cólera en la India. La gripe pandémica de 1918 mató unos 15 millones de personas, la cifra más alta de mortandad alcanzada por cualquier otra plaga en la Historia y superior a los que murieron durante la Primera Guerra Mundial que acababa de finalizar. Durante la Segunda Guerra Mundial murieron casi 50 millones de personas, pero en este caso los microorganismos tenían apellido: Hitler, Mussolini...
Con el telescopio de Galileo se pudieron ver los objetos que poblaban el espacio con mayor nitidez, esto permitió deducir y comprobar las teorías de Copérnico. La revolución científica comenzó al terminar con creencias erróneas... pero Galileo fue procesado por la Inquisición por "sospecha grave de herejía". Condenado gracias a un documento falsificado, pasó los últimos ocho años de su vida bajo arresto domiciliario. En 1979, el papa Juan Pablo II, propuso cautelosamente que revocara la condena de Galileo pronunciada 346 años antes.

Comparación
La agricultura, la domesticación de animales, la rueda, el carro, el microscopio y el telescopio fueron inventos que al Humanidad concibió en distintas épocas. La trascendencia fue diversa pero todo estos descubrimientos posibilitaron superar estadios previos. Antes de la rueda y el carro el hombre era quien cargaba sus productos y, aunque en etapa previa los animales le servían con su lomo para el transporte, no cabe duda que con la rueda y el carro acercó distancias y transportó cargas más pesadas.
Antes de la agricultura y la domesticación de animales, el hombre cazaba y recolectaba; su lucha contra el hambre era cotidiana. De recolector-cazador, pasó a agricultor-pastor. Su alimentación mejoró notablemente al incorporar granos de cereales en su dieta y al satisfacer su apetito diario sin estar sujeto a los avatares del azar.
Antes del microscopio se desconocía el origen de las enfermedades, con él comenzó la investigación y experimentación que nos condujo hasta los antibióticos.
Antes del telescopio nos decían que la Tierra era plana y que los astros giraban alrededor de ella, en esferas de cristal. Las creencias de la Edad Media se basaban en los libros y escritos de la antigüedad, en la imaginación, pero no en la investigación y en la experimentación. Con las creencias cerradas y dogmáticas anteriores al invento del telescopio, se edificó un mundo irreal de fantasía, mito y leyenda; con el telescopio se vio un espacio real con estrellas, planetas, satélites, asteroides, cometas, agujeros negros, en fin, galaxias en expansión a distancias gigantescas medidas en años-luz.
Y ahora, con el microscopio electrónico vemos el átomo y otras partículas elementales... Amigo lector, a través de las ciencias y sus descubrimientos llegaremos al conocimiento de la realidad.

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